domingo, 28 de junio de 2009

La lluvia trajo efectos

Tiempos depres o tiempos de lluvia. Tiempos en que nadie te quiere y todos te odian. Tiempos en que no tienes mucho que hacer y empiezas a pensar estupideces. Tiempos en que sientes que lo peor está por venir sino escribes para botar toda las malas vibras. Tiempos en que juras que jamás tus escritos serán vistos más que por ti.

Pero hoy la lluvia trajo efectos inesperados.
Desde hoy ya es tiempo de mostrarse al mundo. De contar lo que pasa en esos momentos que marcan un antes y un después. De decir estoy de acuerdo con esto o con esto otro y porqué. De perpetuar lo que pienso y siento. Pero sobretodo, de tener la inspiración atenta a todo el espectro de emociones vitales: de contar lo bueno, lo bonito, lo malo y lo feo.

La inspiración para escribir llegó nuevamente hoy, en un día de lluvia, acostada en la cama, mientras leía unos textos de periodismo e identidad. En mi niñez, era en momentos cuando nadie en mi familia tenía cabeza para escucharme de tantos problemas. En mi adolescencia, cuando adopté múltiples caretas raríficas que escondieron todas mis inseguridades. Y hace poco, en los momentos cuando sufrí mucho por experiencias que, sin embargo, me hicieron ser lo que soy.

No quise dejar escapar este momento, a pesar que tengo mil cosas que hacer. Pero sé que hay algo especial en esto y que tenía en mente desde hace mucho.


Desde hoy me doy la bienvenida al mundo de los blogs. Vamos a ver que sacamos de todo esto.

Por fin!